Son muchos los beneficios de los baños de bosque. Para empezar, un baño de bosque es la forma más placentera de combatir el estrés.Volver a la naturaleza, adentrarnos en el bosque, es volver a casa, responder a la llamada de lo ancestral. Por eso de forma instintiva nos sentimos tan bien simplemente estando en contacto con la naturaleza. Incluso aunque estés en la ciudad, si quieres calmar tu mente y relajarte, busca un parque o una zona arbolada que no esté muy concurrida. Siéntate, cierra los ojos y respira. Inhala profundamente y exhala despacio. Varias veces. ¿Verdad que las pulsaciones bajan, que los latidos se enlentecen?
A partir de aquí, el proceso de conexión contigo mismx se inicia, pero hay que reservar tiempo para alcanzar el equilibrio. La buena noticia es que tenemos grandes aliados en los bosques, jardines, zonas verdes, montañas, playas… La naturaleza, en cualquiera de sus manifestaciones, trabaja en silencio para que nuestra salud física y mental mejore.
¿Cómo? A través de unas sustancias invisibles llamadas fitoncidas, que son básicamente los aceites naturales que árboles y plantas desprenden para luchar contra sus plagas, unas moléculas que forman parte de su sistema inmunitario. Estas sustancias flotan en la atmósfera del bosque y si nos exponemos a ellas, si las inhalamos durante un tiempo, la ciencia ha constatado que nos sanan, ya que refuerzan nuestro sistema inmunitario.
Beneficios de los Baños de Bosque: Reducen la tensión y el azúcar en sangre
El mayor experto mundial en baños de bosque (shinrinyoku), el doctor Qing Li, inmunólogo y director de la sociedad japonesa de medicina forestal, lleva años investigando sobre los beneficios de los baños de bosque para la salud humana. Asegura que tienen una función profiláctica, previenen la enfermedad, al reducir los niveles de cortisol en sangre, la hormona del estrés (la gran pandemia de nuestro siglo) y origen de numerosas dolencias físicas y mentales.
Según sus investigaciones, los baños de bosque reducen la tensión arterial, el azúcar en sangre, mejoran la salud cardiovascular y metabólica, la concentración, la memoria y el umbral del dolor. Asimismo, potencian el sistema inmunitario aumentando el número y la actividad de las células NK (antitumorales) y la producción de proteínas anticancerígenas.
Y todos estos beneficios de los baños de bosque los conseguimos simplemente realizando paseos conscientes y meditativos en la naturaleza. Dedicar una parte del tiempo libre para ir al encuentro del bosque es hacer mucho por estar bien.
El efecto beneficioso de estas inmersiones en la naturaleza es proporcional al tiempo que permanecemos en el bosque, que en cualquier caso no debe ser inferior a 40 minutos.
La verdaderas hadas del bosque
Podríamos decir que las verdaderas hadas del bosque son los fitoncidas. Son invisibles, flotan y están por todas partes. Forman una legión de más de 5.000 sustancias volátiles que defienden a las plantas de las bacterias, hongos e insectos que podrían atacarles, y trabajan para impedir el crecimiento de estos agentes externos.
La concentración de estas sustancias depende de la época, de la temperatura y de otros cambios que se producen a lo largo del año. Pero lo cierto es que cuando más calor hace, más fitoncidas hay en el aire. Y El punto álgido, la mayor concentración de estas sustancias, se produce cuando se alcanzan los 30 grados.
Los fitoncidas (cuyo principal componente son los terpenos) dependen del tipo de árbol y tienen olores específicos. Los árboles de hoja perenne como pinos, cedros, abetos, y otras coníferas son los mayores productores de fitoncidas.
Los principales terpenos son:
- D-limoneno, que huele a limón.
- Alfa-pineno, el más habitual en la naturaleza y su aroma es muy fresco, a pino.
- Beta-pineno, que huele más a hierba, como la albahaca y el eneldo.
- Canfeno, con aroma a trementina o a resina.
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